Hola, mi nombre es Omar de la Fuente, autor de Haciaelautoempleo.com y me gano la vida con mi blog desde Mayo de 2013.
Antes de que pienses que «voy de sobrao» al leer el título, deja que te cuente mi historia.
El blog de mi amiga Laura me parece un espacio interesante para contar mi caso pues, como muchos de sus lectores, yo soy (¿era?) diseñador web.
¿Por qué digo lo de «era»?
Porque el hecho de abrir mi blog y crear mis propios contenidos ha hecho que el rumbo de mi andadura profesional hoy en día vaya más por otros derroteros que por el mundo del diseño tal y como yo estaba acostumbrado.
Pero eso es el final, mi historia comienza cuando tenía que ir puerta por puerta a finales del 2012 mendigando clientes para hacer su web por 200€. Muchas veces negociables.
Bueno no, en realidad la historia empieza 10 años antes, cuando decidí meterme a estudiar «Diseño Gráfico y Multimedia» en Valladolid… mejor vayamos por partes 😉
Año 2002: ¿estudiar programación o diseño?
En el inicio de este relato, yo tenía 19 años, 49kg de peso y muchos pájaros en la cabeza.
Acababa de volver de Bournemouth (al sur de Inglaterra), donde me fui como un valiente a «comerme el mundo», y el mundo me comió a mí.
Trabajé por primera vez en un restaurante de camarero y luego en un Kentucky Fried Chicken.
Cuando regresé al final de ese verano a España, me dije a mi mismo que por mis huevos tenía que estudiar una carrera.
Desde pequeño me había manejado muy bien con los ordenadores, por lo que decidí meterme en algo relacionado.
Mi duda era entre programación y diseño.
Me decanté por lo segundo porque había hecho el Bachillerato de Artes y claro, la cabra tira al monte.
Visto con perspectiva y a pesar de lo bien que me pueda ir hoy, la verdad es que la primera era una opción con más futuro.
Nota: si has flipado con lo de los 49kg con 19 años, tranquilo.
Decirte que en cuestión de un año cogí 20kg más a base de cocidos, bocadillos y demás cuidados de mi santa madre, hasta coger los 70kg en los que me muevo desde entonces 🙂
Año 2005: ¿pero qué mierda es esta?
Hice una diplomatura en una universidad privada de Valladolid: «Higher National Diplome en Diseño Gráfico y Multimedia».
De ese nombre tan rimbombante debes saber dos cosas.
- Se llamaba así porque ni siquiera estaba homologado en España, solo en el Reino Unido.
- No aprendí un carajo de nada en concreto, porque se pretendían abarcar demasiadas ramas.
Así que con un puñado de conocimientos de 3DStudio, Autocad, Premiere, Dreamweaver, Flash (sí, he dicho Flash)…. terminé la carrera en 2005 y pensé: ahora sí que sí, me voy a comer el mundo.
Pobre diablo.
El primer sitio en el que recaí, fue una productora de vídeo asociada a la universidad y que me ofreció ir allí a currar media jornada.
Por supuesto sin cobrar, al fin y al cabo eran unas «prácticas para aprender«. ¡Qué bien que no me tocó pagar nada y me lo regalaron! (Nótese la ironía)
Tras 3 meses allí «aprendiendo», espabilé y quise tomar mi propio rumbo, buscar una empresa que me gustara y, joder, que me pagaran.
Como solo podía poner esto de la productora en el curriculum, al menos de lo mio, me llamaron de otra productora de vídeo.
Hice una entrevista y me dijeron que podía empezar el Lunes a trabajar, media jornada también.
¿Y el salario?
Bueno…. de momento vente este Lunes hasta el próximo Viernes, a modo de prueba. No cobrarás pero podremos ver ambas partes «si encajamos».
(Te juro que mientras escribo estas líneas y hago memoria, me rio por no llorar. En serio)
Y este era el parorama que había para los diseñadores con poca experiencia en Valladolid por aquellos años, así que cuando el mismo Miércoles de esa semana me llamó un amigo que estaba en Madrid porque estaban buscando gente allí para su empresa de reprografía, ni me lo pensé.
Eso sí, de Lunes a Miércoles había estado en esa nueva productora como un bendito, haciendo dibujos para ellos a media jornada, un storyboard para un anuncio.
Cuando le llamé el Jueves por la mañana para decirle al «jefe» que me había salido un trabajo en Madrid y que ya no volvería porque tenía que incorporarme ya, el figura aún tuvo los santos cojones de decirme: «Hombre Omar… pero es que estabas con estos dibujos del story… ¿no puedes pasarte el viernes y terminarlos? No nos dejes tirados…»
En fin, corramos un tupido velo.
Para no enrollarme con la etapa de Madrid, sólo decirte que estuve allí varios años trabajando en todos los turnos habidos y por haber: de noche, de mañana, de tarde, turno partido…
Me lo curré bastante y comenzando como «imprime-carteles» acabé siendo encargado (Manager que decían ellos) de una tienda con varias personas al cargo.
Año 2008: hola amiga crisis, pasa y siéntate.
En el inició del 2008 estaba muy bien valorado en esa empresa, así que me vine arriba y solicité un traslado a Valencia, donde también tenían centros.
Coincidió que justo se iba una chica que estaba de encargada en uno de los centros, y para allá que me fui.
Todo parecía maravilloso, pues cambiar Madrid por una ciudad con playa y ganando más… a mí me seducía bastante.
Peeero, a partir de Septiembre de 2008 una sombra se cernió sobre toda España: la famosa crisis.
En cuestión de 6 meses nuestras ventas bajaron un 40% y las presiones desde Madrid se hicieron insostenibles, por decirlo suave.
No te digo más que tuve que ir a una psicóloga y tomar Diazepam unas semanas, hasta que al final terminé con aquella «relación laboral» para que no acabara con mi salud.
El 2009 lo aproveché para retomar mi antigua formación, centrado ahora en el tema web y más concretamente WordPress. (Esa sí fue una buena idea)
A finales de ese año, volví a Madrid y estuve como 6 meses en una reprografía de barrio.
Ganaba 1.000€ al mes. No me podía quejar pero… sinceramente, se me iban en el alquiler + facturas + gastos generales.
Pero el problema no era ese, sino que me aburría como una mona.
Empecé a ser consciente de que en esta vida, si quieres ser tú quien la dirige tienes que coger el toro por los cuernos y tomar decisiones.
A veces arriesgadas, a veces locas. Pero hay que tomarlas, y yo tomé la de apostar por mí.
Año 2010: ¡autónomos al poder!
Este año decidí dejar mi puesto de trabajo y ponerme como autónomo.
Me junté con un amigo que ya lo era y nos pusimos a buscar clientes por Madrid a quienes hacerles la web.
Después de encontrar cosas mejores y peores, tuvimos la suerte de topar con una agencia de publicidad que se movía con clientes gordos.
Uno de ellos, les requería una serie de trabajos todos los meses y esta agencia nos derivaba buena parte de esos curros.
Aaaahhh los buenos tiempos en Madrid, trabajando desde casa y cobrando 1.500-2.000€ al mes.
Tan feliz pensaba que era yo, que cuando mi socio decidió seguir su propio camino no me importó, máxime cuando yo me quedaba con el cliente/gallina de los huevos de oro.
De nuevo me vine arriba y me dije: es el momento de volver a Valladolid.
Y lo hice.
Ahí si que tuve un año 2011 que era el rey del mambo.
Ganar más de 2.000 pavos algunos meses viviendo en casa de tus padres y encima en Valladolid… créeme que dan para mucho.
Peeero, cometí un grave error que ahora con el tiempo se ve muy claro, pero en aquel entonces no: puse todos los huevos en la misma cesta.
Año 2012: ostia terrible….
Tenía sólo ese cliente, la agencia, y cuando a ellos les dejaron de solicitar aquellos trabajos que me pasaban… pues se acabó.
Me sentí como si me hubieran despedido, pero encima sin paro.
Y encima de nuevo en Valladolid.
Estuve unos cuantos meses buscando empresas para hacer su web, pero claro, era yo quien llamaba a su puerta.
Desde esa posición, casi «me hacían un favor» si me daban algún proyecto web por alrededor de 200€, o salía hacer algún cartel por ahí suelto, unas tarjetas de visita… en fin, ya me entiendes.
Esa época fue dura, tuve que hacer muchos curros sintiendo que estaban muy mal pagados, lo que te decía de bajándome los pantalones pero totalmente.
Así seguí hasta que al margen de sentirme mal, me daba cuenta que a pesar de pagarse muy pocos impuestos en este país cuando eres autónomo (nótese de nuevo la ironía), los bajos ingresos hacían que el asunto muchos meses ya ni me saliera rentable.
Era el momento de volver a tomar una decisión.
Año 2013: Mercadona o gasto mi última bala.
A principios de 2013 me planteé lo siguiente: o me rendía y me ponía a currar de lo que fuera (en un Mercadona, centro comercial, etc) o bien volvía a apostar por mí y buscaba una alternativa.
En este caso, la alternativa debía de solucionar un problema muy simple, pero doble:
- No tenía apenas clientes y los tenía que ir a buscar yo uno a uno.
- Desde la posición de ir yo a ellos, no me podía permitir los precios que me gustarían.
Fue entonces cuando buscando información por internet, topé con el mundo del blogging.
De aquellas comencé a seguir a gente como Frank Scipión, Berto López, Andrés Pérez Ortega, Carlos Bravo…
Para no aburrirte te resumo la cuestión principal: me di cuenta de que había una forma de atraer a los clientes sin tener que ir tú a por ellos y, además con el paso del tiempo, algunas personas que ya venían haciendo eso se podían permitir el lujo de poner los precios que ellos consideraban justos. Y no moverse de ahí, porque tenía mucha demanda.
Así que manos a la obra, me empapé por completo de los blogs de esas personas que he nombrado y otros tantos más, y en Mayo de 2013 abrí mi propio blog.
Haciaelautoempleo.com (la idea estaba clara: quiero currar para mí generando mi propio trabajo, no hacerlo para otros)
Que yo te digo «abrir un blog» y si tú aun no lo tienes puedes pensar: «Otro cantamañas vendehumos con el cuento de las maravillas de tener un blog«.
Puedes pensar lo que quieras, faltaría más. Yo no gano ni pierdo nada con ello.
Pero yo sólo puedo decirte una cosa, y es que literalmente me cambió la vida.
No desde el minuto 1, pero con el paso de los meses fueron ocurriendo cosas:
- Generaba y posicionaba en Google contenidos creados por mí.
- Eso hacía que quien pasara por allí supiera que yo sabía de lo que hablaba.
- Empezaron a llegar los primeros comentarios a los post y los primeros suscriptores.
- Puse un «Servicio Blog» super básico a 150€ y cayeron los primeros clientes.
- Con el tiempo lo subí a 250€ y después a 500€, mejorando el servicio, claro.
- Pasado algo más de un año, lancé mi primer curso online de WordPress.
- Me metí en temas de marketing de afiliación con servicios de hosting y themes.
- Hice más de 50 entrevistas a otros blogueros, haciéndome mi propio hueco entre ellos.
En fin, podría hacer muuuuy larga esta lista de cosas que «han pasado» desde Mayo de 2013, pero ya me estoy extendiendo mucho y aún me queda lo importante.
Año 2016: en la actualidad.
Antes de terminar y sacar conclusiones sobre esas cosas que han ido pasando te cuento cómo me encuentro en la actualidad, por aquello de que tener un blog es una bobada 😉
- Casi 8.000 suscriptores en la comunidad de mi blog.
- Más de 600 cursos online vendidos.
- Ponente en dos eventos con alrededor de 200 asistentes cada uno.
- Tuve que quitar el Servicio Blog por no dar a basto de cosas en las que me embarcaba.
- Hoy en día lo tengo puesto de nuevo, pero a 779€+IVA y tengo que rechazar solicitudes cada mes.
- He facturado más de 40.000€ en 2015 con el blog y este año mi objetivo es doblarlo.
Eso son sólo cifras que sé que siempre dan morbillo, pero lo verdaderamente relevante es que TRABAJO HACIENDO LO QUE ME GUSTA.
Cada año que empieza yo decido qué voy a hacer, por dónde voy a tirar y cuánto me planteo ganar.
Ya no tengo que mendigar proyectos, porque la gente me encuentra a través de Google.
Con apenas algo más de 1.000 visitas diarias, el blog me genera más solicitudes de webs de las que puedo atender, de 1.500€ a 2.000€ al mes en conceptos de afiliación y otros 2.000€ con la venta de mis propios cursos.
Insisto, llámame sobrao si quieres.
Yo solo te muestro estos datos, que son bien reales, para que te des cuenta de una cosa.
Y con esto termino.
Sacando conclusiones.
La vida da muchas vueltas.
Ganarse los cuartos por uno mismo NO es nada fácil, pero se puede.
Lo que tengo claro es que aunque es jodido y hay que pelearlo mucho, a mí siempre me va a merecer más la pena «esa posibilidad» de lograrlo que trabajar 8-10 horas para otro todos los días, con un horario y salario fijos.
Ojo, que cuando no quedan más narices, hay que hacerlo. Pero si se puede luchar, hay que hacerlo.
Y hoy en día por suerte, tenemos opciones de PROBAR cosas por muy poco dinero.
Tener un hosting y un dominio propios te salen por 60-80€ al año. Repito: al año.
Toda la formación que puedes necesitar es cuestión de invertir tu tiempo y tu esfuerzo en aprender por internet, hoy lo tenemos todo aquí. Y muchas veces gratis.
A lo que voy es que te cuento mi historia entre risas, pero me salió bien como me podía haber salido mal.
Ahora bien, si hubo una posibilidad de que me saliera bien la jugada, fue porque lo intenté.
Si eres diseñador o profesional freelance de lo que sea, créeme, tener un blog que sea tuyo es básico.
Te va a abrir muuuchas puertas y oportunidades de negocio.
Eso sí, si eres bueno y constante.
Si eres malo en lo tuyo, te va a pasar lo mismo que en el mundo offline, que no te comerás una rosca.
Pero poco a poco se puede uno formar y aprender lo necesario para hacerse un camino y una voz en internet, para que sean los clientes quienes vengan a ti y no al revés.
¿No sabes por dónde comenzar? Pues vente a mi casa.
En ese enlace puedes acceder a un Minicurso gratuito donde aprender lo básico conmigo.
Es gratis, asi que mucho no puedes perder.
Aquí te dejo, anímate y nos vemos dentro, ok?
Mil gracias a Laura por dejarme entrar en su blog y poder contarte mi pequeña historia 🙂
Un abrazo!