Durante mis 2 primeros años como diseñadora freelance a tiempo completo tuve que atravesar muchas dificultades, las cuales me hicieron aprender muchísimo.
No tenía ni idea de cómo llevar el negocio y a cuenta de improvisar continuamente acabé muy muy quemada.
He querido reflexionar sobre qué factores hicieron que llegará a ese extremo, y aunque ya he comentado en este blog algunos otros puntos claves durante el último año, he localizado 6 cuestiones que creo que se pueden corregir más o menos fácilmente y pueden contribuir mucho a mejorar tu día a día y tu negocio.
Aquí van mis 6 consejos para evitar que acabes quemado si eres diseñador freelance:
1 – Trabaja siempre con un briefing previo
Evitarás la típica frase de «sabré lo que quiero cuando lo vea» con sus consiguientes cambios y cambios.
Y si realmente llega a ti un cliente diciendo algo así, plantéate seriamente si quieres trabajar con él. Te mareará porque no tendrá ni idea de lo que quiere y necesita para su negocio.
Crear Moodboards (en Pinterest o en Niice por ejemplo) junto con el cliente ayudará a tener más claro qué se quiere conseguir visualmente desde el principio.
2 – Pide un adelanto SÍ o SÍ
Lo de trabajar gratis o esperando que te paguen después no es buena idea.
Después llegarán los retrasos y los impagos y lo lamentarás y te quejarás.
No vale eso de que hasta la entrega no se paga, tus ideas y proceso de trabajo previo tiene un precio.
Yo he sufrido también el caso de un cliente moroso y no es nada agradable.
Por suerte el adelanto me lo pagó, pero me quedé sin ver la mitad restante…
A veces pasan estas cosas aunque pongas todos los medios para que no pasen, y aunque intentes solucionarlo por la vía legal muchas veces de poco sirve.
Es mejor aceptarlo y pasar página…
3 – No pretendas hacerlo y saberlo todo
No tienes por qué dar un servicio integral a tus clientes como si fueras una agencia. ¡Eres un freelance!
Si lo intentas te darás cuenta de que es imposible que una sola persona pueda hacerlo todo y menos ser bueno en los 1000 servicios que ofreces.
Mejor céntrate en crear 1 o 2 servicios buenos de entrada que soluciones los problemas principales de tu cliente ideal y poco a poco ir mejorando cada uno.
No sabes el peso que se quita uno de encima cuando se da cuenta de que no tiene por qué ser experto en todo ni ofrecerlo.
4 – Deja de compararte con la competencia
Tener competencia e investigar qué hacen otros de vez en cuando es bueno y te ayuda a innovar y mejorar tu negocio para diferenciarte de lo que existe en el mercado.
Pero no te obsesiones.
Deja de mirar lo que hace el vecino y deprimirte porque diseña mejor o consigue mejores proyectos.
Siempre habrá gente mejor que tú, pero hay mercado para todos y cada uno tiene su punto fuerte.
5 – Mejor hecho que perfecto
Si eres un perfeccionista es hora de que lo asumas: pierdes mucho tiempo en encontrar la perfección y eso es algo que no existe.
Es mejor hacer las cosas bien y dedicarles el tiempo y energía limitada.
De lo contrario nunca terminarás de sacar tu web, nunca lanzarás ese proyecto que tanto te ilusiona, perderás horas en diseños que con menos horas de trabajo eran buenos igualmente etc…
6 – Sube precios
Uno de los principales motivos por los que los freelance pueden acabar quemados es porque te matas a trabajar y luego no te ves recompensado económicamente ni valorado por tus clientes.
Ponte un sueldo decente y sube tus tarifas de una vez. Verás como el perfil del cliente con el que comienzas a trabajar cambia a mejor.
No me digas que el mercado está mal y nadie va a pagar unos precios más elevados.
En todos TODOS los sectores hay servicios y productos que cumplen la misma función con diferentes rangos de precios.
¿Acaso no hay relojes de cientos y miles de euros? ¿No hay coches de diferentes gamas y precios? ¿Smatphones? ¿Ropa?
Siempre habrá clientes dispuestos a pagar.
Lo que tienes que hacer es ponerte las pilas para crear servicios de calidad (volvemos al punto 3, si quieres ser bueno y subir precios tendrás que tener foco y no intentar querer saber de todo) y mostrar el valor que aportas a los clientes potenciales que justifique tus precios.
Pasa a la acción
Identifica que está haciendo que te quemes con tu negocio. Haz una lista de factores que pueden estar afectando a tu estado de ánimo y piensa cómo podrías cambiar la situación.
¿Por qué crees que tu negocio no va como te gustaría? ¿Añadirías algo más a esta lista? Cuéntame en los comentarios qué es lo que te quema de ser Freelance y si lo has solucionado déjanos tus consejos.