Estaba haciendo una lectura de diferentes blogs de diseño y he dado con una entrada con la que me he sentido muy identificada y además con un toque de humor que me ha hecho sacarle una sonrisa a este lunes lluvioso.
Se trata del blog del diseñador irlandés David Airey y en concreto este artículo que se titula: «You don´t need a designer«. En su breve pero realista redacción muestra una secuencia gráfica tipo Ikea con un toque de humor y lo que viene a decir es lo que nos pasa a muchos diseñadores.
Seguro que te suena esta frase:
«Necesito un logotipo urgente. Sé exactamente cómo lo quiero, es algo muy simple y fácil de hacer. Sólo necesito un diseñador que lo haga.»
En mi caso, en una ocasión en la que estaba reunida con dos personas para un posible trabajo de diseño tuve una experiencia bastante incómoda. Estaba explicando el proceso de creación de logotipo y los plazos con los que suelo trabajar.
Explicaba que normalmente puede ser un proceso largo hasta dar con el logotipo definitivo que identifique bien la imagen que la marca quiere transmitir y es un proceso en el que estoy en constante comunicación con el cliente para recibir su feedback e ir modelando el logotipo. A veces se llega al logo definitivo en 2 semanas pero no es lo habitual, suele ser un proceso más largo, con pruebas, bocetos y modificaciones.
Ellos tenían bastante urgencia porque querían lanzar el proyecto a muy corto plazo, así que una de las personas que estaba implicada en el proyecto (aunque no estaba reunida directamente con él) apareció, me dibujó un símbolo en una servilleta de papel a modo de boceto rápido y dijo con un tono bastante despectivo:
«Os acabo de ahorrar xxx € y 2 semanas de trabajo»
Es muy habitual encontrar clientes de este tipo por el camino. Este cliente NO NECESITA UN DISEÑADOR, necesita alguien que controle Adobe Illustrator o Inkscape. En estos casos es muy muy muy habitual que le pases un presupuesto al cliente y te lo rechace al instante porque «no esperaba que fuera tan caro hacer un logo» y puede que te diga la coletilla «tengo un sobrino/colega/primo que sabe Photoshop y que me lo va a hacer más barato/gratis».
No suelo hablar ni dar detalles privados (y desde luego la confidencialidad de todos mis proyectos y clientes es sagrada) pero me parece interesante contar algún que otro «desencuentro» dentro del día a día como freelance y aprender de ello.
Como conclusión te doy una serie de consejos para no acabar quemado:
- No infravalores tu trabajo
- Especialízate y define tu cliente ideal
- Diseña tus servicios hacia sus necesidades
- Filtra bien los proyectos en los que te implicas
- Deja muy claro cuales son tus funciones como diseñador
- Demuestra el valor que aportas
Supongo que no soy la única con una experiencia de este tipo…